Está claro que se trata de un tema un poco complicado y tú como pareja puedes cerrarte en banda a vivir una sexualidad incompleta, reprocharle, o simplemente dejar pasar el tema esperando a que un día desaparezca el problema.

Cada pareja es un mundo, y cada persona reacciona de forma diferente, pero en términos generales, frente a este problema casi todas resultan afectadas. Al principio la pareja se muestra muy comprensiva, pero cuando el problema persiste, entran en juego los reproches, el aburrimiento y las acusaciones lo cual puede dañar el global de la pareja.

Lo que hay que hacer en estos casos, es tratar de ser comprensiva en todo momento y hacerle entender que no se trata de un problema grave y que no es el fin del mundo. No cabe duda y no debemos olvidar que en situaciones así la comunicación es clave y será vuestro mejor aliado.

En primer lugar debes abrirte a tu pareja y romper el silencio de forma delicada y con naturalidad para que se sienta cómodo para hablar del tema. En ningún momento le culpes ni muestres una actitud agresiva delante del problema, trata de llevarlo adelante con delicadeza y comprensión, sobre todo cuando existe confianza entre vosotros.

Fuente: sexualidad.salud180.com

Enfoca el problema hacia otro lado, más en el sentido de innovar y de romper con la rutina, hazle ver que existen más formas de llegar a tener un orgasmo y que no todo tiene que ser con el sexo tradicional, existen técnicas igual de profundas, como el sexo oral, que hacen posible mejorar la vida sexual de las parejas.

No te olvides de “discutir” el tema de forma abierta y háblale a tu pareja sobre obtener ayuda o ponerse en manos de profesionales, ¡eso sí! siempre estando a su lado, ya que hay muchos hombres que temen a los médicos especialistas de sus partes íntimas.

Pase lo que pase,  ¡no olvides que la comunicación es un elemento básico de cualquier relación sexual!