Durante las celebraciones de este año, han vuelto a tomar fuerza las imágenes tomadas durante el chupinazo de mujeres manoseadas por hombres entre la multitud de personas ebrias concentradas para estas fechas. Estos casos se conocen ya de años atrás, por ejemplo, en 2010, una periodista de TVE, fue besada inesperadamente por un desconocido mientras retransmitía la celebración, también se conoce otro caso, que otra periodista fue sacudida por un grupo de personas durante la fiesta. Con lo cual, esto ha causado que muchas periodistas se niegan a asistir a la fiesta de Los San Fermines.
El año pasado se recogieron hasta 40 denuncias de este tipo, a modo de castigo, el Ayuntamiento de Pamplona llevó a cabo una campaña en contra del comportamiento sexista, que además de concienciar, perseguirá a aquellas personas que cometan este tipo de comportamiento.
Parece ser que la campaña llevada a cabo por el Ayuntamiento de Pamplona para evitar este tipo de percances no haya obtenido los resultados esperados, se habla de acoso y humillación hacia la mujer entre hombres que tratan de quitarles la camiseta y el pantalón sin tener en cuenta su oposición a ello. Se han podido ver varias imágenes de mujeres manoseadas por grupos de hombres y que han sido difundidas por medios tanto nacionales como internacionales. Aunque cabe destacar que existen casos en que las mujeres toman una actitud exhibicionista y se desnudan de forma voluntaria, con lo cual hay veces que resulta difícil separar entre el juego de la propia fiesta con el verdadero abuso al sexo femenino.
Cuando se trata de la concentración de hombres combinada con botellines de alcohol hay hombres que pierden el norte y se transforman dejando atrás su sentido común mientras que su virilidad se apodera de él, aunque ni el alcohol, ni la fiesta, ni el sentimiento de celebración justifican el hecho de abusar de una mujer.
¿Pero qué está pasando? ¿Creéis que esto es normal? Sinceramente, esta actitud machista y sexista recuerda un poco a años atrás, un comportamiento un tanto primitivo que no se ha acabado de desarrollar en su plenitud de acuerdo con el siglo en que vivimos, un siglo en el que tanto el hombre como la mujer disfrutan de igualdad tanto de derechos como de sexo.
