Hace unos días, en dos locales distintos de Magaluf, Mallorca, se produjo un acontecimiento que ha revolucionado los medios de comunicación.

Una chica británica fue grabada mientras realizaba 23 felaciones distintas a cambio de una botella de cava que no valía ni tres euros. Esta clase de concursos son bastante frecuentes en la zona y no hay intención de esconderlos ya que se realizan a plena luz del día y además, se graban.

Pero este no es un acontecimiento aislado, sino que este tipo de concurso se ha extendido como la pólvora entre discotecas y locales.

La sala City Hall de Barcelona acogió el 8 de junio The Black Room, una fiesta gay que quedaba inmortalizada por realizar su primer concurso de mamadas. ¿El precio? 500 euros a quien fuese el mejor.

Según los organizadores de The Black Room, su concurso no tiene nada que ver con los que se realizan en Magaluf, pero ¿acaso no están motivando la misma práctica?

En definitiva, es tal el revuelo que han causado estos concursos que los han empezado a llamar “mamading” o lo que es lo mismo, realizar mamadas a cambio de copas o dinero.