Durante años se ha investigado mucho sobre los efectos de las drogas en el conjunto de nuestras facetas tanto físicas, psicológicas y cognitivas, pero la verdad es que también afecta a una parte muy importante de nuestras vidas como es la sexualidad, además, en ella, siguen permaneciendo los efectos incluso después de años de abstinencia.
El último estudio realizado por varios profesores de universidades junto con el apoyo de algunas instituciones de rehabilitación de drogodependientes evaluó a un total de 905 varones, 550 de los cuales estaban diagnosticados de tener dependencia por seis tipos de estupefacientes entre ellos la cocaína, la marihuana, el alcohol, la heroína y el speed (heroína+cocaína) y resulta que la heroína es la sustancia que mayores efectos tiene sobre las relaciones sexuales y se relaciona con la droga que mayores dificultades crea durante la actividad sexual, por otro lado, el alcohol es la droga que más efectos negativos tiene en la capacidad eréctil. Sin embargo, existen otras drogas que también afectan a la hora de practicar sexo.
La Marihuana, socialmente está “más aceptada”, y es la droga que afecta menos a la faceta sexual, aun así sus efectos son inmediatos, ayuda en la desinhibición y a crear un estado de bienestar. Distorsiona la realidad con lo cual dificulta llegando incluso a impedir la realización de actividades que exijan coordinación dentro del organismo. Un consumo acelerado de la marihuana puede causar una disminución en la producción de espermatozoides, así como alterar el ciclo menstrual en el caso de las mujeres y también disminuye el apetito sexual y a largo plazo puede provocar disfunción eréctil. En el caso del alcohol funciona como depresor del sistema nervioso retrasando la excitación y provocando una pérdida de coordinación. Con un consumo frecuente y a largo plazo, puede ocasionar impotencia. Por otro lado, el LSD produce alucinaciones lo cual hace que el sexo sea confuso además provoca ansiedad y pánico. En el caso de las mujeres embarazadas que lo consumen, puede afectar al feto creando malformaciones tanto físicas como del sistema nervioso. La cocaína tiene efectos muy negativos en nuestro sistema nervioso que afecta de forma inmediata a la sexualidad, provocando infertilidad tanto en hombres como en mujeres y disfunción eréctil. Otra sustancia peligrosa son los esteroides, y es que su consumo elevado puede generar una disminución del tamaño de los testículos y un aumento del tamaño de la próstata, pudiendo generar mayores posibilidades de casos de cáncer de próstata.
Estas son algunas de las drogas que son más consumidas el día a día y que además de tener efectos negativos en la sexualidad, condicionan nuestro estilo de vida y nuestro desarrollo físico y cerebral. Además aumentan el riesgo de padecer enfermedades de transmisión sexual (ETS) y embarazos no deseados.
Fuente: panoramanoticias.com/
